¿Qué es la negociación de CFD y cómo se operan?

¿Qué son los CFD?

Un CFD, abreviatura de "contrato por diferencia", es un tipo de derivado financiero que permite a los operadores especular sobre las fluctuaciones de precios de varios activos subyacentes, como acciones, materias primas, divisas, o índices, sin poseer el activo subyacente real.

¿Qué es el mercado de CFD?

Se pueden negociar una amplia variedad de productos y activos en forma de contratos por diferencia. En este mercado, los principales tipos de CFD incluyen: 

• Forex: El término Forex o "FX", abreviatura de foreign exchange, hace referencia al mercado de divisas, y forex trading (comercio de divisas) se refiere a la acción de comprar o vender pares de divisas principales, menores y exóticas. Los principales pares de divisas de Forex incluyen el dólar estadounidense, como EUR/USD, GBP/USD, USD/JPY, AUD/USD, USD/CAD, y USD/CHF. Los pares de divisas menores abarcan EUR/GBP, GBP/JPY, GBP/CAD, CHF/JPY, EUR/AUD, y NZD/JPY. Los pares de divisas exóticas son combinaciones de una de las 8 divisas principales y una divisa de una economía en desarrollo o emergente, como AUD/SEK (dólar australiano/corona sueca), CAD/SGD (dólar canadiense/dólar de Singapur) y GBP/CZK (libra esterlina/corona checa).
• Acciones: El mercado de valores es donde los inversores pueden comprar y vender acciones de empresas que cotizan en bolsa. El mercado de valores más grande y popular del mundo es el mercado de valores de Estados Unidos, compuesto por más de 4000 empresas que cotizan en bolsas de valores como NYSE (Bolsa de Nueva York), NASDAQ, AMEX y otras. Mediante CFD, puedes operar una amplia variedad de acciones, que incluyen acciones de alto potencial de crecimiento (acciones que se considera tienen un alto potencial futuro) y acciones de valor (acciones que se considera que cotizan por debajo de su valor real). Las acciones de crecimiento populares incluyen las principales empresas tecnológicas estadounidenses, a menudo referidas como FAANG: Facebook (META), Amazon (AMZN), Apple (AAPPL), Netflix (NFLX), y Alphabet (GOOG).
• Índices: Los índices son "conjuntos" de acciones individuales, pero que se relacionan entre sí. Por ejemplo, el índice S&P 500 representa el rendimiento general de 500 de las empresas más grandes que cotizan en las bolsas de valores de Estados Unidos, mientras que el NDXT (índice del sector tecnológico NASDAQ-100) mide el desempeño de las 100 principales empresas de tecnología. Los índices suelen clasificarse por instituciones independientes como FTSE Group, Deutsche Börse y Standard & Poor's.. Algunos de los índices más populares incluyen el S&P 500, Dow Jones, NYSE, NASDAQ, y FTSE 100.
• Materias primas: Las materias primas son materiales básicos comunes que se utilizan en la producción de otros bienes o que se negocian en el mercado abierto. Las materias primas se pueden dividir en dos categorías: materias primas blandas y duras. Los productos agrícolas, como el café y el cacao, se consideran materias primas blandas, mientras que los metales preciosos como el oro o la plata y la energía, como el gas natural y el petróleo, se consideran materias primas duras.
• Criptomonedas: Las criptomonedas como Bitcoin, Ethereum, y Litecoin son una forma relativamente nueva de divisa digital impulsada por redes descentralizadas entre pares conocidas como cadenas de bloques. A diferencia de las formas tradicionales de dinero emitidas por bancos centrales, las criptomonedas generalmente no están supervisadas por un gobierno o institución financiera y no requieren de un intermediario financiero para operar. En cambio, las redes de criptomonedas son gestionadas por los participantes de la red, quienes verifican y confirman las transacciones.
• Ofertas públicas iniciales (OPI): Una OPI es el proceso mediante el cual una empresa privada ofrece sus acciones al público por primera vez e invita a posibles inversores a obtener exposición a sus acciones a través de una bolsa de valores. Cuando comercias una OPI con CFD, puedes operar en largo (compra) o en corto (venta) en función de las fluctuaciones del precio de las acciones. Esto significa que tienes la opción de abrir una posición corta (venta) en las acciones de una OPI, según tu estrategia y el resultado esperado de la OPI.

¿Qué es el comercio de CFD?

El comercio CFD implica la celebración de un contrato con un bróker para intercambiar la diferencia en el precio del activo subyacente entre la apertura y el cierre del contrato. Si consideras que el precio del activo en el mercado (por ejemplo, divisas de Forex, acciones, materias primas) subirá, puedes operar en largo (comprar), y si prevés que disminuirá, puedes operar en corto (vender). Las ganancias o pérdidas se determinan según la diferencia en la fluctuación de precio del activo en el mercado abierto.

¿Cómo funciona el comercio de CFD?

El comercio de CFD se basa en la posibilidad de especular sobre las fluctuaciones de precios de un instrumento financiero sin tener que adquirir la propiedad del activo subyacente. Si el precio de mercado del activo se mueve en la misma dirección que tu operación de CFD, obtendrás beneficios.

En una operación de CFD, hay dos precios a tener en cuenta: el precio de "compra" y el precio de "venta". La acción que elijas dependerá de si crees que el precio subirá o bajará.

• Posición larga: Una posición larga se establece cuando un operador realiza una operación de COMPRA. En este caso, el operador anticipa que el valor del activo aumentará con el tiempo. El operador COMPRARÁ a un precio bajo y VENDERÁ una vez que el precio aumente.
• Posición corta: Una posición corta ocurre cuando el operador cree que habrá una disminución en el valor del activo y elige una posición de VENTA.

Profundicemos en ese concepto con ejemplos:

• Ejemplo de operar con CFD sobre el oro: Observas que el oro cotiza actualmente a $1820. A medida que sigues las noticias del mercado y el análisis económico, especulas que el valor del oro aumentará. En consecuencia, decides abrir una posición "larga" al precio de compra actual del oro. Imaginemos que, al momento de cerrar el contrato, el precio del oro aumentó a $1901. La tendencia del mercado concuerda con la dirección de tu operación de CFD, lo que resulta en ganancias para tu posición de CFD. No obstante, si el precio hubiera descendido por debajo de tu precio de compra inicial, habrías registrado una pérdida.
• Ejemplo de operar con CFD sobre acciones: Tras la publicación de un decepcionante informe de ganancias por parte de Meta, estás convencido de que la empresa está sobrevalorada y que esto marca el inicio de una corrección más profunda en lugar de una simple caída temporal. En consecuencia, optas por abrir una posición corta en Meta a $250. Si el precio de las acciones de Meta continuara descendiendo, tu operación mostraría ganancias. No obstante, si el precio de Meta se recuperara y superara nuevamente los $250, te enfrentarías a una pérdida en tu posición.

¿Por qué operar con CFD?

Una de las ventajas clave de operar con CFD es la accesibilidad que brinda a una amplia variedad de mercados y activos. Con los CFD, los operadores pueden acceder a varios instrumentos financieros, que incluyen acciones, índices, materias primas y divisas, todo desde una sola plataforma de negociación. Esto significa que los operadores pueden diversificar sus carteras y aprovechar oportunidades en diferentes mercados, incluso si no tienen acceso directo a esos activos. La capacidad de operar con margen también mejora la accesibilidad, ya que permite a los operadores controlar posiciones más grandes con una menor cantidad de capital, lo que podría incrementar sus posibles ganancias.

Nota: Operar con apalancamiento también puede aumentar las pérdidas, por lo que es fundamental seguir prácticas estrictas de gestión de riesgos.

El comercio de CFD también ofrece una notable flexibilidad y la posibilidad de obtener ganancias tanto en mercados alcistas como bajistas. Con los CFD, los operadores pueden asumir posiciones largas (comprar) si prevén un aumento en el precio de un activo, o posiciones cortas (vender) si anticipan una caída en su valor. Esto implica que los operadores pueden potencialmente beneficiarse de los movimientos del mercado en ambas direcciones, permitiéndoles aprovechar diversas condiciones del mercado.

Cómo operar con CFD

El comercio de CFD está disponible para cualquier persona que haya abierto una cuenta de operaciones con un bróker en línea. Una vez que la cuenta esté configurada, puedes utilizar la siguiente guía general para ayudarte a establecer una operación estándar de CFD:

1. Selecciona un activo: Elige el instrumento financiero que quieres operar, como acciones, índices, materias primas o divisas.
2. Elige tu posición: Decide si crees que el precio de tu activo elegido subirá (posición larga) o caerá (posición corta). Si anticipas un aumento en el precio, abre una posición larga, y si anticipas una disminución, abre una posición corta.
3. Determina el tamaño de tu operación: Especifica la cantidad de unidades de CFD que quieres negociar. Los CFD por lo general se negocian en "lotes", y cada contrato representa un tamaño de unidad específico del activo subyacente.
4. Establece tu apalancamiento: El apalancamiento te permite controlar una posición de negociación más grande con una cantidad de capital relativamente menor. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el apalancamiento puede amplificar tanto las ganancias como las pérdidas.
5. Supervisa el mercado: Utiliza la plataforma de operaciones proporcionada por tu bróker para vigilar en tiempo real las fluctuaciones de precios de los activos. Las plataformas de operaciones de CFD suelen ofrecer diversas herramientas para analizar y monitorear el mercado.
6. Realiza la operación: Cuando estés listo para ingresar al mercado, coloca tu orden a través de la plataforma de operaciones. Especificarás el tipo de operación (compra o venta), el tamaño de la operación y cualquier parámetro adicional requerido por la plataforma. También se recomienda utilizar herramientas como el límite de pérdidas y la toma de ganancias para protegerlas y minimizar posibles pérdidas.
7. Controla tu posición: Una vez que tu operación se haya ejecutado, supervisa tu posición y sigue las fluctuaciones de precios del activo. Si tu operación no tiene un vencimiento establecido, puedes optar por cerrar tu posición en cualquier momento de acuerdo con tu estrategia de operaciones.

Ventajas al operar con CFD

• Acceso a diversos mercados: Operar con CFD brinda la posibilidad de acceder a una amplia variedad de mercados, como acciones, índices, materias primas, divisas y más, lo que abre la puerta a numerosas oportunidades de negociación.
• Apalancamiento y operaciones con margen: Las operaciones de CFD ofrecen apalancamiento, lo que permite a los operadores controlar posiciones más grandes con un capital menor. Esto amplifica las posibles ganancias (y pérdidas), al mismo tiempo que permite flexibilidad en cuanto a la asignación de capital.
• Posiciones cortas y largas: Los CFD permiten a los operadores aprovechar tanto los mercados alcistas como bajistas. Al tomar posiciones largas, los operadores pueden potencialmente beneficiarse de las fluctuaciones de precios al alza, mientras que las posiciones cortas pueden permitirles obtener ganancias de los movimientos de precios a la baja.
• Capacidad de cobertura: Los CFD pueden emplearse como una herramienta de cobertura para compensar posibles pérdidas en una cartera existente. Al tomar posiciones opuestas, los operadores pueden mitigar el riesgo y proteger sus inversiones.
• Sin posesión del activo subyacente: El comercio de CFD permite a los operadores especular sobre los movimientos de precios sin poseer el activo real, por lo que se elimina la necesidad de realizar una inversión inicial, que a menudo es considerable, requerida para la propiedad y los posibles costos de almacenamiento de activos físicos (por ejemplo, materias primas como un barril de petróleo o un silo de granos).
• Flexibilidad de los tamaños de las operaciones: Los CFD ofrecen la posibilidad de ajustar los tamaños de las operaciones, permitiendo a los operadores personalizar sus posiciones de acuerdo a su perfil de riesgo y metas específicas.
• Ejecución rápida y conveniente: Las operaciones de CFD se pueden ejecutar de forma rápida y conveniente a través de plataformas de operaciones en línea, que otorgan acceso inmediato a los mercados y cotizaciones de precios en tiempo real.
• Amplio acceso a mercados mundiales: El comercio de CFD brinda acceso a mercados globales, que permite a los operadores diversificar sus carteras y potencialmente aumentar sus oportunidades de encontrar operaciones rentables.
• Disponibilidad de herramientas de gestión de riesgos: Las plataformas de CFD suelen ofrecer herramientas de gestión de riesgos, como órdenes de límite de pérdidas y toma de ganancias, para ayudar a los operadores a gestionar y limitar posibles pérdidas.
• Ganancia de dividendos: Los operadores tienen la posibilidad de ganar dividendos si mantienen una posición larga en una acción individual o un índice bursátil. El ajuste de dividendos solo es negativo si el operador mantiene una posición corta.

Desventajas al operar con CFD

• Riesgo de volatilidad: Los CFDs pueden negociarse en activos volátiles, lo que puede llevar a fluctuaciones de precios rápidas. Movimientos repentinos en el mercado pueden resultar en pérdidas considerables o desencadenar llamadas de margen.
• El apalancamiento amplifica las pérdidas: Si bien el apalancamiento puede mejorar las ganancias potenciales, también magnifica las pérdidas. Operar con apalancamiento aumenta el riesgo de pérdidas significativas, ya que estas pueden superar la inversión inicial.
• Riesgo del bróker: Las operaciones de CFD se ejecutan mediante un bróker o una institución financiera, lo que expone a los operadores al riesgo de contraparte. Si el bróker falla o entra en bancarrota, existe el riesgo de perder el capital invertido o enfrentar dificultades al retirar fondos. Los operadores deben realizar una investigación exhaustiva y elegir un bróker con licencia, regulado y de buena reputación.
• Tarifas y cargos: Algunos brókers de CFD pueden tener tarifas o cargos inesperados, como costos de financiamiento nocturno, comisiones o tarifas de plataforma. Los operadores deben revisar con cautela la estructura de tarifas de su bróker elegido para comprender el costo total de la operación.
• Sobreoperación y toma de decisiones emocionales: La accesibilidad del comercio de CFD puede llevar a la sobreoperación y a la toma de decisiones emocionales. El comercio impulsivo que se basa en emociones en lugar de una estrategia bien pensada puede resultar en resultados comerciales deficientes.
• Estructura de precios compleja: Los precios de CFD en mercados de rápido movimiento pueden ser complejos y no siempre reflejan el precio exacto del activo subyacente. Factores como los diferenciales, las comisiones y los costos de financiamiento pueden afectar la fijación de precios, por lo que es importante que los operadores comprendan la estructura de precios de los CFD.
• Riesgos regulatorios: El entorno regulatorio para el comercio de CFD varía en diferentes jurisdicciones. Cambios o restricciones regulatorias impuestas por las autoridades pueden afectar la disponibilidad, los límites de apalancamiento y otros aspectos del comercio de CFD.
• La falta de propiedad y derechos de voto: Los operadores de CFD no poseen el activo subyacente y no tienen derechos de voto en la empresa asociada.

Diferencias entre el comercio de CFD y las operaciones tradicionales

Tanto el comercio de CFD como las operaciones tradicionales (por ejemplo, la compra de acciones) ofrecen exposición a los movimientos de precios de las acciones. No obstante, existen algunas diferencias clave entre ambos.

Cuando operas o inviertes en acciones, adquieres la propiedad directa de un activo, generalmente acciones de una empresa. En este caso, solo puedes obtener beneficios al vender tus acciones a un precio superior al que las compraste.

En el comercio de CFD, solo operas las fluctuaciones de los precios, por lo que puedes adoptar posiciones largas (comprar) o cortas (vender) en una variedad de mercados mundiales, como acciones, materias primas, divisas e índices. Esto te permite potencialmente obtener ganancias o sufrir pérdidas debido a las fluctuaciones de precios en el mercado sin necesidad de poseer el activo subyacente.

Otra diferencia importante entre ambos radica en el uso del apalancamiento. Los CFD son productos apalancados, lo que significa que efectivamente aportas un pequeño porcentaje del capital necesario para abrir una posición completa y luego tomas prestado el resto de tu bróker. Esto te permite utilizar una pequeña cantidad de dinero para generar rentabilidades (o pérdidas) sustancialmente más altas. En el comercio de acciones, utilizas tu propio dinero para comprar una acción y estás obligado a pagar el precio completo por adelantado.

¿Cómo gestiono el riesgo al operar con CFD?

En las operaciones, puedes tener la mejor estrategia del mundo, pero sin una gestión adecuada del riesgo, es difícil mantener la rentabilidad a largo plazo. Los mercados son volátiles, por lo que la gestión del riesgo es fundamental.

5 herramientas y consejos de gestión de riesgo

1. Utiliza un limitador de pérdidas: Un limitador de pérdidas es un nivel predefinido en el cual una operación se cierra de forma automática una vez que se alcanza el precio establecido. Funciona como una red de seguridad en caso de que una operación no vaya según lo esperado, lo que ayuda a garantizar que la pérdida no sea mayor que la cantidad que estás dispuesto a perder.
2. Utiliza una toma de ganancias: ¿Quieres asegurar tus ganancias antes de que el mercado tenga la oportunidad de revertirse? Establece un nivel de toma de ganancias, y cuando el mercado lo alcance, tu operación se cerrará de forma automática, asegurando así tus ganancias.
3. Utiliza un tope dinámico: Un tope dinámico está diseñado para limitar las pérdidas Y asegurar ganancias; puedes verlo como un limitador de pérdidas con mayor flexibilidad. Se encuentra a una distancia predefinida del precio actual y se ajusta a medida que el mercado sube y baja.
4. Ajusta el tamaño del lote: El tamaño importa en la negociación. A mayor posición, mayor es el potencial de ganancia, pero también aumenta el riesgo. Para determinar el tamaño de la operación adecuado, considera cuánto estás dispuesto a perder si la operación no va según lo esperado.
5. Utiliza calculadoras comerciales: Usa calculadoras gratuitas en línea para ayudarte a configurar tus operaciones:
   Calculadora de margen: Muestra cuánto margen se necesita para abrir una posición.
   Calculadora de pérdidas y ganancias: Esta herramienta ayuda a estimar las pérdidas y ganancias, y a establecer los niveles de límite de pérdidas y toma de ganancias.
   Calculadora de pips: Estima las posibles pérdidas y ganancias en función de los movimientos de pips.

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Esta información no debe interpretarse como una recomendación, ni como una oferta de compra o venta, ni como la solicitud de una oferta de compra o venta de un valor, producto financiero o instrumento, o para participar en una estrategia de negociación. Se elaboró sin tener en cuenta sus objetivos, situación financiera o necesidades. Cualquier referencia a resultados pasados y previsiones no son indicadores confiables de resultados futuros. Axi no ofrece ninguna garantía ni asume ninguna responsabilidad con respecto a la exactitud e integridad del contenido de esta publicación. Los lectores deben asesorarse por su cuenta.